Tienen que sacrificar a una ballena beluga que fue rescatada en el río Sena por su degradado estado de salud

La ballena beluga que fue rescatada en el río Sena (Francia) por un equipo de 80 especialistas, tuvo que ser finalmente acrificada mientras era trasladada al mar debido a la «degradación de su estado de salud», informaron las autoridades francesas.

«El sufrimiento de este animal era evidente», declaró la veterinaria de los bomberos de Essone Florence Ollivet-Courtois en un mensaje distribuido por la Prefectura de Calvados.

Ollivet-Courtois mencionó que «las dificultades de respiración» de la beluga se habían agravado hasta tal punto que se tuvo que proceder a una técnica de eutanasia para no prolongar más su sufrimiento.

El cetáceo, acostumbrado a vivir en las frías y saladas aguas canadienses, había acabado de manera fortuita en el río Sena, a unos 70 kilómetros al noroeste de París, e iba a ser trasladado a Ouistreham, en la costa normanda, donde iba a permanecer tres días en un estanque de agua marina antes de ser soltado en alta mar.

Más tarde, en una conferencia de prensa organizada en el puerto de Ouistreham, Ollivet-Courtois desveló que el animal había llegado al Sena ya enfermo, lo que había mermado su capacidad muscular así como su respiración, al tiempo que recordó que no iba a sobrevivir en las calientes y contaminadas aguas del Sena.

Mientras recorría los 160 kilómetros que le separaban de la costa, el animal estuvo todo el rato acompañado por dos veterinarios dentro del camión frigorífico que le transportaba.

Guillaume Lericolais, subprefecto de Calvados, constató el esfuerzo hecho para salvar al animal -casi un centenar de efectivos implicados y varias horas para la espectacular operación de rescate-, aunque «desgraciadamente» no haya sido posible.